Cuando
era chica tenía una fascinación incomprendida por los miembros de mi familia:
me gustaban los ojos chinos. Quería tenerlos así, estiradiiiitos y lindos. Me
imaginaba poniéndome grampas en la cara, para que me sostuviera la piel bien
estirada. Después, probablemente como consecuencia de dicha fascinación, me
regalaron un libro: Clarita se fue a la China. Clarita era pelirroja y con
rulitos, osea que sólo nos unía el nombre – y las ganas de ir a China. Bueno,
al grano: ¡nos vamos a China!!!! Tardó unos años en llegar la invitación a la
People´s Republic of China, pero llegó: Este año es la primera vez que se hace
una feria de libros para chicos en Shanghai y tienen un programa que consiste
en traer 6 o 7 editores del mundo para que conozcan la industria editorial en
China y que la industria tenga acceso a libros de otros lados del mundo. Y
pípala (ya casi casi mi alter-ego) fue invitada, sí señores. Así que, con mucha
emoción, Tom y yo nos preparamos para una visita muy esperada (no sé si muy
esperada particularmente por Tom, pero sin lugar a dudas, muy bienvenida). Buá,
ahora estamos esperando que me saquen el pasaje así sacamos rapidísimo el de
Tom y logramos viajar juntos porque qué garrón viajar 24 horas con un
desconocido al lado. ¿En qué hombro voy a dormir? Si me prometen que es el
hombro de un chino, me lo pienso quizás. Estamos viendo de quedarnos una semana
post-feria y creemos que nos iremos para la zona de Tibet. Veremos veremos,
pero China es tan grande que se vuelve muy difícil abarcarla.
Reportando cuestiones de sur:
Emocional: muy emocionados.
Animal: mis pollos (que ya se
creen gallos) están practicando el kirikiki – digo practicando porque les sale
medio ronco y bajito. Pero ahí van, le ponen garra. En un mes, para mi, les
sale bien. Decí que ya están oficialmente viviendo en el gallinero porque sino,
que te canten el kirikiki en tu ventana bien tempranito, es lindo para uno a
dos días…
Y hablando del gallinero: ¡Tom lo
terminó, señoras y señores! Después de un largo impass de nieves y lluvias
arrolladoras, el gallinero-affaire ha concluido!)
Vegetal: ¡se nos están acabando
las lechugas! ¡Hay escasez de rúculas! Ahora sí, estamos plantando y
germinando, pero claro, las verdus que nos quedaron del invierno van
terminándose y parece que tendremos que empezar a comprar lechuga, nomás. Quién
lo hubiera dicho, me cacho en dié.
Ambiental: las aguas han bajado,
todo esta verrrrrde y a punto de explotar (todos los brotes así apretujaditos y
lindos). Ya salió mi primer tulipán, los narcisos se están abriendo, miles
avejas están laburando como locas en unos árboles acá cerca de la casa,
nacieron los primeros dos corderitos (tuve uno a upa y fui la personificación
de Heidi por un instante) y se pronostica una hermosa primavera.
A tres días de terminar el
invierno, me atrevo a decir, copañeros y compañeras, que pasar el primer
invierno ha sido un placer. Chán, chán (tipo final tanguero, para mi papá que
le gusta tanto).
¡Y un saludito para todos los que
me conocen!
Muchas felicitaciones Clarita se fue a la China! Y ahora tiene que salir un libro para niños que sea, Tom acompaño a Clarita a la China! Mucha suerte viajeros!
ResponderEliminarjajaj me encantó el chan chan del final. Lo leí cantando! Los quiero bo!!!
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